Si hay una palabra “de moda” actualmente, esa es “coeducación”.
Todos los ciudadanos abogamos por la igualdad, es decir, la no discriminación racial, sexual,.., ya que ante la Ley “todos somos iguales”.
No obstante, deberiamos preguntarnos ¿realmente hay igualdad entre ambos sexos?. La respuesta debería ser SÍ, aunque desgraciadamente vivimos en una sociedad de tintes todavía machistas, y ello, se agudiza todavía más en Educación Física, debido a que la mujer se ha integrado en ella hace muy poco tiempo.
En Educación Primaria, los roles sexistas se notan “menos”, pero es muy fácil encontrarnos en una clase a alumnos que comentan: “¡No elijas para jugar al fútbol a esa niña… que perdemos!”, o alumnas que dicen: “¡Yo no juego, estos niños son muy brutos!”. Aunque esta situación es bastante peor en la Enseñanza secundaria, ya que las chicas asisten a clase, porque se dan unas notas o se les permiten actividades más fáciles, por lo que la participación es más ”pobre”.
Ante esta problemática, los profesores de Educación Física debemos ser conscientes de esto y, es posible que incluso nosotros mismos no seamos tan “Coeducativos” como decimos. Puede que los primeros pasos para llegar a una solución pasen porque seamos capaces de reflexionar sobre ello, de modificar nuestra actitud y de comprometernos para superar esta lacra “personal, social y educativa”. Así estaremos en disposición de educar lejos de la susceptibilidad discriminatoria de los sexos, y, por tanto, conseguiremos realmente un “desarrollo integral de nuestros alumnos”, atendiendo así a una de las principales finalidades de la Educación.
En definitiva, no se trata de poner en un mismo espacio a personas de distinto sexo, sino de enseñarles a respetar las diferencias y a valorar a la persona por lo que “vale” y por lo que “es”, y no por su condición sexual.
Todos los ciudadanos abogamos por la igualdad, es decir, la no discriminación racial, sexual,.., ya que ante la Ley “todos somos iguales”.
No obstante, deberiamos preguntarnos ¿realmente hay igualdad entre ambos sexos?. La respuesta debería ser SÍ, aunque desgraciadamente vivimos en una sociedad de tintes todavía machistas, y ello, se agudiza todavía más en Educación Física, debido a que la mujer se ha integrado en ella hace muy poco tiempo.
En Educación Primaria, los roles sexistas se notan “menos”, pero es muy fácil encontrarnos en una clase a alumnos que comentan: “¡No elijas para jugar al fútbol a esa niña… que perdemos!”, o alumnas que dicen: “¡Yo no juego, estos niños son muy brutos!”. Aunque esta situación es bastante peor en la Enseñanza secundaria, ya que las chicas asisten a clase, porque se dan unas notas o se les permiten actividades más fáciles, por lo que la participación es más ”pobre”.
Ante esta problemática, los profesores de Educación Física debemos ser conscientes de esto y, es posible que incluso nosotros mismos no seamos tan “Coeducativos” como decimos. Puede que los primeros pasos para llegar a una solución pasen porque seamos capaces de reflexionar sobre ello, de modificar nuestra actitud y de comprometernos para superar esta lacra “personal, social y educativa”. Así estaremos en disposición de educar lejos de la susceptibilidad discriminatoria de los sexos, y, por tanto, conseguiremos realmente un “desarrollo integral de nuestros alumnos”, atendiendo así a una de las principales finalidades de la Educación.
En definitiva, no se trata de poner en un mismo espacio a personas de distinto sexo, sino de enseñarles a respetar las diferencias y a valorar a la persona por lo que “vale” y por lo que “es”, y no por su condición sexual.